PEQUEÑO.

Era se una vez en un imaginario mundo de los sueños en el que dos hermanos vivían.

En uno de esos sueños imaginarios común, corrían por campos persiguiendose mientras reían sin lograr ninguna meta, eran niños.

Nada les impedía dejar de reír por esos prados verdes, mientras caían y los tréboles se les pegaban en esos pantalones de pana marrones.

Subían por las piedras creyendo ser castillos que guardar o viajaban por esos caminos hacia lo desconocido, más allá de lo que pudieran permitirse.

Todo seguía su curso, pero en un momento del sueño eran perseguidos por una sombra llamada tiempo que les devolvería a la realidad y ellos querían seguir soñando a ser niños de nuevo, que nunca acabase ese sueño, por que volver era despertar y ellos querían no dejar nunca de soñar.

Al final la sombra del tiempo les cogía por mucho que ellos hubiesen corrido.

Juntos los dos despertaban y prometían no dejar de volver a soñar, ese sueño.

Ahora todo queda en ese mundo de sueños y la sombra del tiempo es la realidad. 

 De mayor, ¿que quieres ser ?, - me decía antaño mi hermano -.

 .....De mayor quiero ser, pequeño. - diría ahora -.