En primavera te vi,
paseabas junto por la vereda del bosque.
La luz entraba entre las ramas.
Tu mirada se perdía allá junto al río,
en el fuego eterno de tu corazón.
En verano te vi,
brillabas al alba de aquella mañana.
El sol iluminaba las piedras.
Tu mirada se perdía allá junto a la muralla,
en las huellas de tu sombra.
En otoño te vi,
arrimada junto a las olas de aquella playa.
Ondeaba el viento y el tiempo era gris.
Tu mirada se perdía allá junto al mar,
en el horizonte de tus ojos.
En invierno te vi,
acurrucada junto al fuego de la cabaña.
La nieve cubría los caminos.
Tu mirada se perdía allá junto a las montañas,
en los prados blancos de tu alma.
Vi,
el fuego eterno de tu corazón,
las huellas de tu sombra,
el horizonte de tus ojos,
en los prados blancos de tu alma.
" A veces pienso que todo queda en un baúl sin fondo.
Vi,
el fuego eterno de tu corazón,
las huellas de tu sombra,
el horizonte de tus ojos,
en los prados blancos de tu alma.
" A veces pienso que todo queda en un baúl sin fondo.
Creo en las palabras, por ello no dejo de pensar que algún día,
entenderé el sentido de todas ellas ".
No hay comentarios:
Publicar un comentario