La gran mentira a voces del crecimiento infinito, de una obsolescencia programada necesaria, de unos recursos naturales infinitos se implanta en los países occidentales.
En los emergentes se vende esa mentira como "desarrollo" y se reivindica el derecho a crecer a cuenta de una igual o mayor explotación de sus recursos como antes hicieron y hacen otros.
Los ciudadanos de unos países huyen de la miseria a países como el nuestro.
Nuestros ciudadanos, por su parte, huyen de la pobreza y el paro a países más ricos.
Países donde curiosamente los grandes empresarios se desplazan del primer mundo a esos países sumergidos en la miseria....para hacer negocios.
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