Mirando mis pies, descubrí aquel día que me escondía de la mirada de aquellos que alzando su cabeza observan a los demás por encima de sus hombros.
También descubrí aquella pareja de zapatos con los que andaba por aquella extraña ciudad, dándome cuenta y a la par mas interesante que andar observando a los demás por encima de mis hombros, era mirarme los pies y darme cuenta que aquellos pares de zapatos era cada uno de un color, por lo que pensé que a la vista de aquellos que me miraban por encima de sus hombros aquella observación de mis zapatos les condujo a mover su cuello y por un momento dejar de mirar por encima de sus hombros los pies de este al que le importa un carajo observar a los que miran por encima de sus hombros.
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