SUBMUNDOAVILA.




" NO TENGO NI LA MITAD DE MIEDO A SATAN COMO EL QUE TENGO A LOS QUE LE TEMEN. "


Santa Teresa de Ávila 1515 - 1582



viernes, 14 de marzo de 2014

LA INDUSTRIA DE LA FE.


¿Templos o manicomios? ¿Bancos o catedrales? ¿iglesias o prostíbulos? no sabemos bien como definirlos porque han doblegado nuestra capacidad de asombro.

En Europa hace tiempo que fue proclamada la muerte de "dios" por los filósofos más connotados, pero en Latinoamérica, la cosa es de otro color, pues la fe ciega en el padre creador y su hijo Jesucristo es el pan nuestro de cada día.

Aunque la religión Católica, tradicionalmente mayoritaria, ve amenazada su hegemonía por las sectas cristianas;
en países como Guatemala o el Salvador, ya los han desbancado; y en otros como Colombia, el Perú, Ecuador, México o Brasil, su crecimiento es imparable y no tardarán mucho tiempo en superarlos.

La religiosidad es uno de los vicios más aclamados por el ser humano, y como tal un filón explotado a destajo por las religiones.

La industria de la fe es un artículo más de consumo, el negocio más lucrativo, pero también el más peligroso para la salud mental de los creyentes.

Por supuesto, que el "dios" de los cristianos no existió en nuestro continente sino hasta la llegada de los conquistadores españoles.
Según el Libro del Mormón escrito por José Smith (gracias a la intersección del ángel Moroni), afirma que cuando Jesucristo resucitó se fue a Norteamérica a predicar entre los indígenas las enseñanzas de su padre.

Según la historia, los "bondadosos" misioneros de la espada y la cruz libraron a los gentiles de las llamas del infierno.
Los salvajes, a la fuerza tenían que aceptar los nuevos ídolos como aquel viejo barbado de piel blanca omnipotente y omnipresente llamado "dios"; su hijo Jesús, rubio de ojos azules, y su madre María, una mujer virgen que engendró a Jesús sin contacto carnal...

María, figura como símbolo de la madre abnegada y digna a imitar, sobre todo en las virtudes de obediencia y de pureza;
su protagonismo es esencial, pues la maternidad es muy venerada entre las culturas indígenas.

Parece increíble, pero en la actualidad las mujeres son las más firmes defensoras del cristianismo aunque igualmente, son las más discriminadas y oprimidas por éste.

La iglesia no es más que un establo donde el manso rebaño se da golpes en el pecho y repite mecánicamente padrenuestros y avemarías.

El "todopoderoso" impone un respeto sobrenatural, aunque lentamente la ciencia va destruyendo sus mitos echando por tierra los dogmas de la fe.

Las vocaciones se hundieron, la juventud se volvió contestataria, y el mundo entró en una era de materialismo sin precedentes donde la religiosidad quedó relegada a los museos.


En Latinoamérica el pueblo es muy proclive a la dependencia espiritual y afectiva.
Necesitamos imperiosamente alguien que nos guíe en este “valle de lágrimas”, un caudillo que nos devuelva la esperanza, un redentor que nos colme de bendiciones;
de ahí que las sectas hayan triunfado al cederle el protagonismo a los devotos.

Prometiendo el oro y el moro proliferan las iglesias Adventistas, Bautistas, Evangélicas, Mormones, Testigos de Jehová, Niños de "dios", Pentecostales, Cuadrangulares y una interminable lista imposible de reseñar en esta crónica, y cada cual con su adaptada versión bíblica

¿Cómo es eso que sólo algunos elegidos pueden comunicarse con "dios"? ¿Acaso "dios" no estaba en todas partes y cada persona podía hablar con él cuando quisiera?

Cristo, es tan solo un producto más del libre comercio, una empresa que cotiza en bolsa y factura multimillonarios beneficios económicos... ¡Amén!

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