Dos horas que parecen eternas mientras sueñas y ya estoy aquí de nuevo.
La verdad es que esa larga pesadilla solo ha sido dos horas de la realidad.
Fue como antaño; era tal que tuve que acordarme de buscar la luz en la mesita de noche. Sabia que esa noche no había encendido la vela así que intente por todos los medios despertar buscando una luz.
Tras varios intentos dentro de esa pesadilla que no me permite despertar he conseguido distinguir la luz que entra por la ventana, bendita farola.
Sabia que esto no podía durar, la realidad es que despierto varias veces dentro de la pesadilla, la luz que me falta y se que no alumbra la mesita me hace creer que estoy ya en la habitación, sentado buscando un cigarro de una mesa vacía.
Es cierto, no estoy despierto aun, la mesa no suele estar vacía, no esta la vela que me vuelve a la realidad, además del móvil, las llaves y las pastillas para el sueño.
Esperare un rato y volveré a buscar la luz.
Encenderé la vela para volver a la realidad si todo va mal de nuevo, mientras seguire intentando abrir los ojos, es eterno el tiempo mientras intentas despertar.
Me acordé de contarme los dedos de la mano, pero desperté sin tener que hacerlo.
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